La actividad física lleva consigo beneficios físicos y mentales, en el running y trail running, las mejoras físicas descritas por la ciencia van desde mejoras cardiovasculares, respiratorias, musculares hasta mejoras endocrinas que repercuten sobre la salud y la capacidad funcional en el día a día.
Los diferentes mecanismos de la mejora física son complejos y demandan al mismo tiempo a varios sistemas del organismo, ante una actividad “estresante” como es correr, estos sistemas actúan de manera adaptativa creando "mejoras" que respondan a futuros eventos, de nuevo estresantes, como es el entrenamiento.
Debido a la necesidad de respuesta y al estrés sometido al organismo, es necesario tener en cuenta que puede haber algunos riesgos para la salud bien en el caso de que alguno de los agentes encargados de generar adaptaciones no sea capaz de responder adecuadamente al entrenamiento, por lo que es muy recomendable hacerse un chequeo médico antes de empezar a correr.
Así pues, los principales sistemas que intervienen en a la hora de correr son:
- El sistema endocrino: sistema de órganos y glándulas en el cuerpo que producen y liberan hormonas para regular funciones corporales.
- El sistema cardiorrespiratorio: es el conjunto de órganos y estructuras que trabajan juntos para suministrar oxígeno a las células del cuerpo y eliminar el dióxido de carbono.
- El sistema locomotor: es el conjunto de órganos y estructuras del cuerpo humano que permiten el movimiento y el sostenimiento del cuerpo. Incluye los huesos, los músculos, las articulaciones, los tendones y los ligamentos.
En primer lugar, realizar un análisis de sangre te ayudará a saber tu estado de salud general, valores hematológicos tan importantes como son los niveles de hierro y hemoglobina influyen directamente en la progresión y adaptación al entrenamiento de resistencia. Además, conocer otros parámetros hormonales dentro de dicha analítica como son la testosterona (en los hombres) y estrógenos (en las mujeres) te ayudará a saber si cuentas con una buena salud que te ayude a recuperar sobre los esfuerzos físicos.
Otras hormonas como la insulina, además de influir en la salud también influirá sobre la capacidad de poder realizar esfuerzos físicos en ejercicio de resistencia por lo que es aconsejable que si decides comenzar a entrenar y someter a tu organismo a un "estrés físico" se lo comentes a tu médico de cabecera para que te ayude a realizar una valoración hematológica, hormonal y endocrina.
Por otro lado, existe el conocido "test o chequeo médico para la práctica deportiva" el cual algunas federaciones deportivas solicitan para poder realizar una ficha federativa.
Aunque dicho test suele contar con un electrocardiograma/ecocardiograma en reposo y una valoración médica general del estado de salud y hábitos, es recomendable complementar este tipo de chequeo con una valoración endocrina y hematológica de marcadores de salud (niveles hormonales, niveles sanguíneos de serie roja y blanca, marcadores bioquímicos de procesos inflamatorios...etc).
Como hemos comentado, el aparato locomotor (huesos y músculos), son la estructura que proporciona el movimiento y que soporta el esfuerzo durante el ejercicio, por lo que se ha de valorar el estado "estructural" valorando por parte de profesionales como los fisioterapeutas las particularidades de cada corredor. Algunas particularidades propias de cada corredor pueden producir la presencia de dismetrías, sobrecargas o parámetros biomecánicos especiales que requieran de consideraciones para la práctica previniendo lesiones u optimizando el rendimiento.
Aunque no siempre se realiza, es aconsejable a partir de los 30 años de edad realizar una prueba de esfuerzo con variables cardíacas que puedan valorar la respuesta cardíaca del corredor durante el ejercicio. En este caso nos encontramos con lo que normalmente se conoce como "prueba de esfuerzo", siendo este tipo de prueba un test en el que se valora, además de la condición física del deportista, la respuesta cardiorrespiratoria durante el ejercicio extenuante.
Este tipo de pruebas son interesantes para poder valorar posibles riesgos por patologías específicas que puede que solo aparezcan durante el ejercicio extenuante. Además, este tipo de prueba será de gran ayuda para valorar tu estado inicial de salud y rendimiento si te planteas llevar a cabo tu rutina de entrenamiento por medio de la ayuda de profesional.
Como ves, tu salud y rendimiento depende de varios elementos a tener en cuenta que no “valoran” un solo test, siendo un poco más compleja la valoración, pero ahora ya conoces los elementos indispensables a valorar médicamente para estar seguros a la hora de comenzar a correr.
Desde ATOM queremos que practiques deporte de una manera segura y por eso fabricamos las mejores zapatillas de running y zapatillas de trail running para ti. Utilizamos la tecnología mas avanzada y los mejores materiales. Una buena zapatilla de running tiene varias ventajas para el sistema locomotor:
- Amortiguación: las zapatillas de running deben proporcionar una buena amortiguación para absorber los impactos del pie al golpear el suelo, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones en los huesos y articulaciones.
- Soporte: las zapatillas de running deben proporcionar un buen soporte para el arco del pie y el talón, lo que puede ayudar a estabilizar el pie y prevenir lesiones en los músculos y tendones.
- Tracción: las suelas de las zapatillas de running deben proporcionar una buena tracción para evitar resbalones y caídas.
- Ajuste: es importante elegir una zapatilla que se ajuste bien al pie, y que sea cómoda para evitar rozaduras y ampollas.
- Adaptabilidad: es importante elegir una zapatilla que se adapte a tu tipo de pisada (neutra, pronadora o supinadora) y a la distancia y terreno en el que sueles correr.
Las zapatillas de trail running como nuestra Terra Volcano tienen algunas ventajas adicionales en comparación con las zapatillas de running, ya que están diseñadas específicamente para correr en terrenos naturales y desafiantes:
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